Viernes, Marzo 29, 2024
   
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Espasmo Muscular [Calambre]

Espasmo Muscular [Calambre]

Estimado lector, al escribir este tema, es con la finalidad de educar e informar y no suplir el diagnóstico médico. Casi todas las personas en alguna etapa de su vida han padecido un desagradable calambre, también conocido como espasmo muscular. La falta de algunos nutrimentos como el calcio, sodio o potasio y algunas vitaminas, ocasionan calambres en músculos que son forzados a trabajar duro. Los calambres son contracciones involuntarias y breves de un músculo, que se pone rígido y al hacerlo produce dolor y una sensación muy desagradable, además de inmovilidad en el músculo afectado, que por lo regular son los de las piernas o pies y presentándose violenta y súbitamente en ocasiones durante la noche.

 

Los calambres además de producirse por falta de oxígeno en algún músculo que es forzado a trabajar duramente, también pueden presentase en deportistas que están bien entrenados y preparados y en personas que no trabajan hasta el agotamiento.

 

Cuando esto sucede, los calambres se deben a un desequilibrio de sales minerales, que pueden ser por exceso o por

deficiencia y las principales son el calcio, el sodio o el potasio. El problema se presenta porque unos niveles inadecuados de minerales en el organismo permiten habitualmente la concentración de los músculos sin mayor dificultad, pero, impiden su relajación.

 

 

A pesar de que no se les da la debida importancia debido a que duran poco, son un aviso del cuerpo que indica que algo no funciona adecuadamente y un calambre fuerte puede provocar un desgarro muscular, por lo que el dolor puede persistir acompañado de sensación de fatiga y agarrotamiento, lo que desaparece en unos minutos si se deja descansar un poco.

 

Por lo general, los calambres son causados por tres motivos: mala postura, fatiga muscular o falta de minerales y vitaminas, así como por sedentarismo.

 

 

También pueden presentarse por espasmos musculares, ocasionados por: deshidratación, durante el embarazo, por hipotiroidismo y otros problemas metabólicos, por alcoholismo, insuficiencia renal o por el consumo de ciertos medicamentos.

 

 

Cuando se contrae un músculo, descarga potasio en los tejidos que lo rodean dilatando las arterias cercanas a ellos. Cuando falta potasio, las arterias no pueden llevar a las células el oxígeno suficiente. Además el potasio, junto con otros minerales, influye en la capacidad de resistencia muscular al esfuerzo físico y se considera fundamental para que los músculos asimilen los azúcares, que constituyen su mayor fuente de energía. Su falta por tanto, ocasiona la contracción súbita de los músculos y por lo mismo los calambres.

 

 

El calcio y el magnesio realizan labores complementarias para el buen estado de los músculos y el esqueleto. La deficiencia en el calcio debilita y adelgaza la masa ósea, y hace que las personas que tienen carencias de este mineral, tiendan a sufrir calambres frecuentes, dolores y a fracturas óseas.

 

 

Hay que tener en cuenta que los niveles normales de estos minerales en ocasiones se ven afectados por las variaciones hormonales y en determinadas etapas de la vida, como son la adolescencia en donde el crecimiento es muy rápido o en la vejez. Durante los embarazos, por ejemplo, hay tendencia a los calambres precisamente por falta de calcio y magnesio.

 

El sodio se elimina en grandes cantidades por medio del sudor cuando hay un fuerte esfuerzo físico. Pese a ello, la dieta moderna es tan rica en este mineral que no suelen originarse carencias tan grandes que ocasionen calambres. De todas formas es necesario tenerlo en cuenta, sobre todo si se está bajo tratamiento de hipertensión o se realiza mucho ejercicio en épocas de calor, lo que produce exceso de sudoración.

 

 

Una adecuada y balanceada alimentación es la mejor forma de evitar las carencias nutricionales. El potasio se encuentra en cantidad suficiente en verduras y frutas frescas. El calcio, en la leche, tortilla y productos lácteos, los frutos secos, las zanahorias, espinacas, cebollas y papas. El magnesio, que favorece además el equilibrio de calcio y es fundamental en la contracción normal de los músculos, se encuentra también en la leche y sus derivados, en los frutos secos, acelgas, lechugas, espinacas, cereales integrales y algunas frutas como los plátanos o las frambuesas.

 

 

En casos de fatiga muscular, en que los calambres se presentan con frecuencia, una dieta rica en vitaminas y minerales, ayudan a prevenirlos. Entre las vitaminas que fortalecen y mantienen sanos los músculos, están:

· Vitamina B12, que se encuentra en los suplementos vitamínicos.

· Vitamina B2: que se encuentra en las almendras, pistaches, el germen de trigo y la levadura de cerveza, entre otros alimentos.

· Vitamina C: se encuentra en todos los cítricos como la naranja y el limón, además en el perejil, pimientos, brócoli, berros y el kiwi entre otras muchas frutas y legumbres.

· Vitamina D: Se adquiere principalmente de la leche y quesos grasos, el aceite de hígado de bacalao y los pescados.

· Vitamina B3 o PP: que contienen las alcachofas, y espinacas.

Si todo lo mencionado le es difícil de hacer o tomarlo, comer por separado, Holistic Natural Health tenemos la solución: usando nuestros Suplementos Naturales en nuestra “Farmacia Natural”.

 

Se pueden prevenir:

· Tanto con nuestros suplementos manteniendo una dieta balanceada y equilibrada en sales minerales y vitaminas a través del consumo de dos litros de agua diarios, frutas y verduras que contengan potasio, calcio, hierro, magnesio, vitamina B12 y B6 entre otras.

· Haciendo ejercicios físicos, por lo menos caminando media hora diariamente para que los músculos no estén rígidos. La falta de elasticidad de los músculos en personas sedentarias o enfermas, favorecen los calambres.

· Si se es atleta o se va a participar en algún evento deportivo, es necesario entrenarse y calentar los músculos de forma progresiva.

· Relajarse y respirar durante los entrenamientos, competencias y realización de ejercicios físicos.

· Evitar el agotamiento físico muscular al hacer ejercicios o trabajos que involucren un gran esfuerzo físico.

· Realizar ejercicios de calentamiento, estiramiento y flexibilidad, así como de enfriamiento evitando parar de golpe al hacer ejercicios.

· Evitar los estiramientos y movimientos bruscos.

· Adoptar posturas cómodas y relajadas para dormir, de preferencia de lado y que no impliquen contracciones musculares bruscas.

· Evitar el exceso de peso en las piernas y pies durante la noche.

· Si se tiene oportunidad dar una serie de masajes en las partes afectadas, seguido para ayudar a relajar el músculo y activar mejor la circulación.

Si los calambres son persistentes, seguidos, duran mucho tiempo y dejan adolorido el músculo, hay que consultar un médico ortopedista, internista o especialista en medicina del deporte.